El larimar es una piedra semi-preciosa que se encuentra sólo en la República Dominicana, que a pesar de haberse formado hace unos 35 millones de años tiene una historia original y de fama reciente.
Se le atribuyen múltiples propiedades acerca del amor y la sanación, entre otros.
Qué es el Larimar?
El Larimar está clasificado como una piedra fina desde el 1979. Es una variedad de pectolita que sólo se puede encontrar en la República Dominicana. Una pectolita es un mineral que pertenece al grupo de los silicatos. Su nombre proviene del griego antiguo Pectos («juntar bien»), en alusión a los grupos formados generalmente por sus cristales.
La fórmula de Larimar es NaCa2 Si3 O8 (OH).
De origen volcánico, es el cobalto el que le da sus tonos azules, que van desde el azul muy pálido casi blanco al azul oscuro, a menudo azul turquesa profundo.
Sin embargo, la designación de «turquesa» está prohibida, ya que el Larimar tiene su propio nombre.
Dónde se encuentra el Larimar?
El Larimar es una piedra semipreciosa que sólo se encuentra en la región de Barahona, en el suroeste de la República Dominicana.
Esto hace del Larimar una piedra rara y única, que con mucho gusto los visitantes se llevan como recuerdo de su estancia en nuestro país.
En el pasado, el Larimar, que aún no tenía su nombre oficial, se podía encontrar facilmente en la playa de Bahoruco, a pocos kilómetros de Barahona.
De hecho, los niños solían divertirse recogiendo en botellas las piedritas de Larimar que el río Bahoruco arrastraba y depositaba en la playa, para venderlas a los visitantes.
Las minas que se encuentran aguas arriba del río funcionan desde el 1976. Se trata de una región montañosa, muy húmeda y exuberante.
La explotación del Larimar es difícil y peligrosa; las minas son siempre más profundas y su acceso es difícil debido al terreno empinado y resbaladizo.
Origen e historia del «Larimar»
La primera mina de Larimar fue descubierta en la República dominicana en el 1916 por un sacerdote, el padre Miguel Domingo Fuertes de Loren, de la parroquia de Barahona, al suroeste de la isla.
En aquel momento, la piedra no era conocida ni valorada y el estado le negó el permiso que solicitó al Ministerio de Minería de la República Dominicana para operar la mina. La piedra y la mina cayeron en el olvido.
No fue hasta 1976 que un tal Miguel Méndez, un artesano se enteró de la existencia de esa piedra.
Ayudado por Norman Rilling, un geólogo amigo del Cuerpo de Paz, la buscaron y comenzaron a extraer la piedra.
Al principio la nombraron «Travelina«, pero Miguel Méndez decidió darle el nombre de «Larimar» en homenaje a su propia hija.
Al asociar el apodo «Lar«, de su hija Larissa con la palabra «mar» por su color azul intenso, formó el nombre que hoy describe esta hermosa gema azul reconocida mundialmente como una gema del color que recuerda al de Mar Caribe.
En el año 1979, el Larimar fue clasificado como una piedra semi preciosa; la única mina de Larimar en el mundo se encuentra en Los Chupaderos, en el Distrito Nacional de Bahoruco, a 23 kilómetros de Santa Cruz de Barahona.
El 21 de octubre de 2016, el Ministerio de Energía y Mina, emitió una resolución que prohibió la exportación de ámbar y larimar.
Hoy día sólo se permite exportar el Larimar en piezas pulidas y separadas.
Desde el 2018 en la República Dominicana se celebra “Día Nacional del Larimar” cada 22 de noviembre en recuerdo de la misma fecha cuando en el año 1916, el sacerdote Miguel Domingo Fuertes, descubrió la piedra en Barahona.
Hoy día, tanto para los dominicanos como para los turistas que visitan nuestro país, el Larimar se considera como LA piedra «símbolo» de la República dominicana. Sea como accesorio o elemento de decoración, sea bruta o pulida, la piedra de Larimar suscita una fascinación por la variedad de sus colores azules.